En la oscuridad rodeado de la brillante luz no puedo distinguir lo que es, lo que parece real, la fantasia, los fantasmas, lo que puedo tocar, lo imaginario, lo que la misma luz  envuelta en su tono gris no puede alumbrar la sombra que me acompaña pues es tan imaginaria que ni mi mente la acepta.

En la oscuridad de la noche con la luna llena de la luz blanca  que penetra en la piel haciendo ver lo rojo de la sangre, que alumbra las venas que recorre la vida que a veces se apaga y se enciende como no queriendo dejar de ser, como no queriendo dejar de ver, aun cuando ya todo paso, cuando ya todo cerro.

Filed under: Versos y poemas

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